jueves, 29 de diciembre de 2011

El sentimiento complejo de la vida

En otra entrada hablamos de modelos de estado, y sugerimos que España debe contribuir a crear nuevos modelos. En este post hablaremos de modelos de vida. Agradezco a mi colega MP, con quien comparto muchas ideas, que insista sobre la necesidad de ser pragmatico y evitar la dispersion. Lo primero que tengo que decir sobre esto es que tiene toda la razon. Pero despues debo añadir que las dificultades para ser practico y llevar a cabo una vida orientada a un fin son enormes en el mundo de hoy.

Durante siglos, el debate entre vida activa y vida contemplativa ocupo la mente y los escritos de muchos pensadores, desde Aristoteles hasta Santo Tomas. En el Renacimiento todavia se seguia dando vueltas al asunto, y algunos se dedicaban a las armas y a la conquista del Nuevo Mundo y otros, como Fray Luis de Leon, suspiraban: ¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido, y sigue la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido! Es conocida la larga diatriba en El Quijote sobre si era mejor dedicarse a la pluma o a la espada. Y asi, en la edad moderna, cada uno elegia su camino y habia diversos tipos de homo, el homo religiosus, el homo militaricus, el homo nobilis, fue surgiendo tambien el homo emprendedor que hacia dinero con negocios, el homo cientificus y, muy importante, el homo politicus, desde que las revoluciones del Siglo de las Luces permitieron a todo el mundo opinar y ocuparse sobre la forma de gobernar una comunidad. Hay que señalar (si esos terminos estan mas o menos bien dichos) que todos son “homo” y no hay ninguna mujer, ya que el papel de ellas era solo uno y sin discusion, mulieris familiaribus (otro termino de dudosa sintaxis), hasta el siglo pasado.

En el cruce entre los siglos XIX y XX aparecieron diversas teorias que complicaron las decisiones vitales. Miguel de Unamuno seguia fiel a los problemas religiosos con su sentimiento tragico de la vida. Por su parte, Karl Marx introdujo el sentimiento revolucionario, Charles Darwin el sentimiento biologico, en el que despues se basa todo el ecologismo, Sigmund Freud el sentimiento psicoanalitico, y Einstein el sentimiento relativo, porque el universo es demasiado grande para nuestro pobre pensamiento. Además, Picasso invento el homo creador (no hace falta pintar bien sino pintar), el modo de vida desaforado trajo al homo consumidor, la exploracion de todo el planeta y del espacio trajo el homo global, y el final del siglo XX aporto el homo interconectado, que no puede vivir sin su apendice teconologico. Y ahora “homo” significa hombres y mujeres del mundo planetario.

Cuando se juntan todas las formas de vida anteriores con los nuevos sentimientos se produce una mezcla explosiva, que podemos llamar el sentimiento complejo de la vida. Uno ya no quiere ser o religioso o emprendedor o saludable o ecologico o rico o etico o politico o joven y atractivo o artista o sabio o comunicador. La ambicion humana, que es un instinto natural, hace que el hombre y la mujer de hoy quieran serlo todo al mismo tiempo y, obviamente, esto no es facil y cabe dudar si es posible. Por este motivo, hay que elegir. Pero la selección tiene que ser equilibrada. Uno puede querer solo una cosa en la vida. Como se dice en la pelicula Ciudadano Kane de Orson Wells, el secreto para ser muy rico es simplemente querer serlo con todas las fuerzas y que no importe ninguna cosa mas, como cumplir leyes fastidiosas o respetar la dignidad de algunos insignificantes seres humanos. Pero uno puede querer ser muchas cosas al mismo tiempo y entonces queda paralizado. Si alguien quiere conocer mundo pero no desea contaminar con su viaje en avion, tendra que quedarse en casa sin moverse.

Elaborar el sentimiento complejo de la vida en el mundo actual es una asignatura pendiente, de la que no nos ocupamos lo suficiente. Mientras, la ambicion y la comparacion con otros que parecen perfectos y completos produce frustraciones y depresiones y, a falta de criterios mas fiables, el refugio comun es el consumismo y tambien las adiciones. Aunque hay que ser consciente de la necesidad de seleccionar prioridades en la vida, es mejor guardar varias y no una sola o dos, porque una vida es mas rica si se incluyen diversos factores en la ecuacion. Desde luego, esta vida es mas compleja pero tambien mas autentica y creo que ayuda a construir un mundo mejor, como tambien piensa mi colega MP. A todos los lectores de este blog: ¡los mejores deseos para 2012, un año que se presenta particularmente complejo!


2 comentarios:

  1. Es una visión inteligente de la vida y me gusta

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  2. Así es! Qué buena reflexión, Martín! Lo queremos ser todo a la vez... Me convence tu idea de que elaborar el sentimiento complejo de la vida es una tarea pendiente de la que no nos ocupamos lo suficiente. Como bien dices, "Mientras, la ambicion y la comparacion con otros que parecen perfectos y completos produce frustraciones y depresiones y, a falta de criterios mas fiables, el refugio comun es el consumismo y tambien las adiciones (...)".

    No obstante, personalmente creo que tan necesario como lo anterior es comprender los motivos que nos sitúan en esa constante insatisfacción que caracteriza al ser humano. Quizá buceando un poco en las causas, podamos controlar un poco los efectos (sobre todo cuando en ocasiones producen esa paralización de la que hablas o, incluso, depresiones amargas y muy serias). En el fondo, cuando deseamos ser lo que todavía no somos o tener lo que todavía no tenemos, nos retratamos como tipos que no están plenamente satisfechos tal y como son. Tipos que tienen sed pero que, para mayor desgracia, no saben ni siquiera con qué bebida pueden calmarla.

    Esa insatisfacción universal (que la hemos padecido todos, el "beatus ille" ya lo cantaba el llorón de Horacio) no tiene por qué ser negativa, pero sí es cierto que no resulta siempre fácil conjugar el sano conformismo con la agria frustración (ese maldito equilibrio tan chungo de conseguir!!).

    Evidentemente, yo no tengo la solución a esta cuestión, pero sí creo (quizá esté equivocado) que la insatisfacción que todos en mayor medida sufrimos un poco tiene mucho que ver con las vanidades personales que cada uno tenemos. Quizá uno de los cabos sueltos que merece la pena atar cuanto antes es el de curar nuestras propias vanidades. Ganaríamos mucha libertad -en mi opinión, por supuesto-.

    J.

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