martes, 23 de junio de 2020

Una política de Estado tras la crisis



A lo largo del estado de alarma provocado por la pandemia, he trabajado sobre las consecuencias políticas, económicas e internacionales de la crisis. Este trabajo de reflexión ha dado lugar a tres artículos que se han publicado en tres prestigiosos blogs, bajo los títulos siguientes:

Esglobal, 15 abril 2020, La decisión de nuestras vidas.

Hay Derecho, 9 mayo 2020, Una política de Estado tras la crisis

Nada es Gratis, 1 junio 2020, Lo que está en juego en Europa.

En entradas anteriores de este blog, he mencionado los artículos "La decisión de nuestras vidas", y "Lo que está en juego en Europa". Ahora destaco las siete ideas que se contienen en el artículo "Una política de Estado tras la crisis". En ese texto disponible aquí se defiende que la salida de crisis debe ser una oportunidad para hacer reformas profundas en nuestro sistema político, con el fin de conseguir mejores prácticas en la gestión pública y en la presencia de España en Europa. Las siete propuestas se ordenan bajo estos epígrafes:

Consenso político dentro del Estado
La columna vertebral de la sociedad y los ingresos públicos
Papel de la inteligencia y del mérito
La trampa de la deuda
Unión Europea: las fronteras de la solidaridad
Consumismo y medio ambiente
Gobernanza global.

Muchas gracias a los amigos y colegas de Hay Derecho por publicar este artículo!

sábado, 6 de junio de 2020

Lo que está en juego en Europa


El blog de economía Nada es Gratis me publicó este artículo el 1 de junio, titulado "Lo que está en juego en Europa". El texto puede leerse en este enlace

El artículo compara la evolución probable de los cuatro grandes países de la Unión Europea a lo largo de los próximos años. Alemania sorteará bien la crisis y ganará más poder. Francia forma una sólida alianza estratégica con Alemania por lo que estará protegida de turbulencias financieras, pero deberá hacer profundas reformas y reducir el gasto. España deberá adoptar las medidas dolorosas de subir impuestos y reducir el gasto público, para lo que es preciso el consenso de los grandes partidos, evitar la polarización y mucha pedagogía política y espíritu de superación. Italia soportará los peores riesgos porque parte con una deuda del 132% del PIB, una politica inestable y un sentimiento poco europeista en su población. Tales evoluciones plantearán tensiones para la cohesión y la solidaridad dentro de la UE.