Muchos de
estos terminan adquiriendo la nacionalidad española. Como es sabido, nuestra Constitución
(art. 11) y las leyes favorecen la adquisición de la nacionalidad a los
ciudadanos de países Iberoamericanos. De manera que en España viven muchos extranjeros
nacidos fuera (algo más de 4 millones), y muchos españoles nacidos en el
extranjero (unos 2 millones), de un total de 46,5 millones según datos del InstitutoNacional de Estadística. Este fenómeno seguirá ocurriendo en el futuro debido a la escasa natalidad,
una de las más bajas del mundo.
Los sociólogos
estudian diversos aspectos, como la distribución de la población inmigrante en
el territorio, sus áreas de trabajo, o los países de origen. Una cosa llamativa con respecto a los nuevos ciudadanos españoles nacidos fuera de España es la concentración
de españoles nacidos en Argentina en los partidos políticos de extrema
izquierda y separatistas, sobre todo en Cataluña. Los casos de Lucía Caram, Pablo
Echenique, Alberto-Dante Fachin y Gerardo Pisarello vienen a la mente.
Efectivamente,
esta concentración es muy notable porque, desde un punto de vista estadístico,
el origen argentino no es el más numeroso entre los nacionales españoles nacidos
fuera ni entre los extranjeros viviendo en España. En la tabla siguiente se
incluyen los orígenes en países de América Latina de ambos grupos de población
(no se incluyen otros países, ya que, entre los extranjeros en España, curiosamente, los
primeros vienen de Rumanía, Marruecos, Reino Unido, Italia y China, antes que
el primero de América, Ecuador).
Esta constatación
estadística demuestra que los españoles nacidos en Argentina tienen un éxito remarcable
en la política y también muestra su clara inclinación hacia la extrema
izquierda y el independentismo. La escritora Patricia Gabancho, ella misma de origen
argentino, dijo en este artículo de El País de 2015: "Ha habido un exilio político, vivido por generaciones
politizadas y radicales, de izquierdas". El problema de este exilio radicalizado en su origen es que, con
una gran capacidad de ascenso social y una formidable elocuencia, muchos de esos políticos
utilizan enfoques propios de otras sociedades o de otros momentos históricos y
los aplican a la España actual. A veces se inspiran en los movimientos radicales
de América Latina, y otras veces hacen una mezcla de esas raíces con ideas
revolucionarias de otro tiempo, difícilmente trasladables al contexto europeo de hoy. Como ejemplo, la admiración declarada de Pisarello (que aparece en la foto al inicio) por Robespierre y
la revolución francesa, lo que se aprecia en esta entrevista, se encuentra a años luz de las necesidades políticas de Cataluña, de España y de la Unión Europea. Estas personas aportan su indudable talento politico y su radicalismo, pero importan ideas inadecuadas o trasnochadas para Europa.
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