miércoles, 21 de febrero de 2018

Políticos españoles de origen argentino

La inmigración es una riqueza para España (y para la Unión Europea) y debe continuar. Desde el año 2000, nuestro país ha acogido a un número muy elevado de extranjeros que se instalan en el territorio por diversas razones. Vienen de Europa (Alemania, Reino Unido, Rumanía), del norte de Africa (Marruecos), y de diversos países de Iberoamérica. Hasta el punto de que tenemos uno de los porcentajes más altos de población extranjera en la UE. Según datos de Eurostat, salvo Alemania, que llega al 10% de su población, España es el siguiente de los grandes que acoge más extranjeros (un 9% de la población son extranjeros en la actualidad), más que Reino Unido, Italia o Francia.

Muchos de estos terminan adquiriendo la nacionalidad española. Como es sabido, nuestra Constitución (art. 11) y las leyes favorecen la adquisición de la nacionalidad a los ciudadanos de países Iberoamericanos. De manera que en España viven muchos extranjeros nacidos fuera (algo más de 4 millones), y muchos españoles nacidos en el extranjero (unos 2 millones), de un total de 46,5 millones según datos del InstitutoNacional de Estadística. Este fenómeno seguirá ocurriendo en el futuro debido a la escasa natalidad, una de las más bajas del mundo.

Los sociólogos estudian diversos aspectos, como la distribución de la población inmigrante en el territorio, sus áreas de trabajo, o los países de origen. Una cosa llamativa con respecto a los nuevos ciudadanos españoles nacidos fuera de España es la concentración de españoles nacidos en Argentina en los partidos políticos de extrema izquierda y separatistas, sobre todo en Cataluña. Los casos de Lucía Caram, Pablo Echenique, Alberto-Dante Fachin y Gerardo Pisarello vienen a la mente.

Efectivamente, esta concentración es muy notable porque, desde un punto de vista estadístico, el origen argentino no es el más numeroso entre los nacionales españoles nacidos fuera ni entre los extranjeros viviendo en España. En la tabla siguiente se incluyen los orígenes en países de América Latina de ambos grupos de población (no se incluyen otros países, ya que, entre los extranjeros en España, curiosamente, los primeros vienen de Rumanía, Marruecos, Reino Unido, Italia y China, antes que el primero de América, Ecuador).


Esta constatación estadística demuestra que los españoles nacidos en Argentina tienen un éxito remarcable en la política y también muestra su clara inclinación hacia la extrema izquierda y el independentismo. La escritora Patricia Gabancho, ella misma de origen argentino, dijo en este artículo de El País de 2015: "Ha habido un exilio político, vivido por generaciones politizadas y radicales, de izquierdas". El problema de este exilio radicalizado en su origen es que, con una gran capacidad de ascenso social y una formidable elocuencia, muchos de esos políticos utilizan enfoques propios de otras sociedades o de otros momentos históricos y los aplican a la España actual. A veces se inspiran en los movimientos radicales de América Latina, y otras veces hacen una mezcla de esas raíces con ideas revolucionarias de otro tiempo, difícilmente trasladables al contexto europeo de hoy. Como ejemplo, la admiración declarada de Pisarello (que aparece en la foto al inicio) por Robespierre y la revolución francesa, lo que se aprecia en esta entrevista, se encuentra a años luz de las necesidades políticas de Cataluña, de España y de la Unión Europea. Estas personas aportan su indudable talento politico y su radicalismo, pero importan ideas inadecuadas o trasnochadas para Europa.

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