domingo, 26 de febrero de 2012

Necesitamos comprender mejor a Estados Unidos

La noticia tiene muchos elementos que interesan al Derecho Internacional. Los tribunales norteamericanos han obligado a la empresa Odyssey a devolver las 595.000 monedas de plata y oro del buque Nuestra Señora de las Mercedes, y esto es una buena noticia para España. Los abogados que presentaban nuestra posición demostraron que la Mercedes era un buque de estado (denominación más amplia que la de buque de guerra usada en la prensa), y que su misión de trasladar la moneda era pública, frente al alegato de que el buque realizaba una función mercantil, como Odyssey quería. La justicia estadounidense también rechazó la reclamación de Perú, que presentaba el tesoro como recurso natural propio antes de su constitución como estado. Finalmente, el lugar del hallazgo fue irrelevante. Un amplio reportaje de El País habla de “aguas internacionales” frente a Portugal, cuando el pecio yacía sobre la plataforma continental portuguesa, pero los posibles derechos de Portugal decaen frente al carácter público del tesoro.

Ahora bien, dejando aparte los aspectos jurídico-internacionales, la decisión judicial norteamericana es significativa porque recuerda, una vez más, la ejemplaridad del sistema político y jurídico de Estados Unidos. El gobierno norteamericano ha mantenido en todo momento una actitud de cooperación con el español, y el hecho de que la empresa cazatesoros fuera local no ha llevado a una desviación del rigor jurídico. Lo sorprendente es que el caudal vuelve íntegro a España. Podría pensarse en un buen puñado de países donde alguna moneda se habría quedado irremediablemente por el camino.


Cuando la opinión pública española piensa en Estados Unidos, salen a relucir o viejos recelos o algunos episodios más recientes que produjeron malentendidos. Curiosamente, se olvidan los aspectos claramente positivos de esa potencia, que la hacen admirable desde el punto de vista de nuestros principios y valores. Sería interesante reflexionar en qué país europeo sería concebible que el hijo de un inmigrante africano llegara a presidente, como ocurrió con Barack Obama en 2008. Pero incluso antes, durante el mandato del Presidente Bush, la separación de poderes y la independencia democrática produjeron otro ejemplo máximo de libertad, cuando el Iraq Survey Group produjo su informe sobre las armas de destrucción masiva en Iraq. Como dijo el coordinador del Grupo, auspiciado y financiado por Estados Unidos, “we were all almost wrong”, y todo este trabajo se encuentra en la página web de la CIA.


Igualmente, cuando se muestra desacuerdo con las actuaciones militares lideradas por Estados Unidos, muchos españoles ignoran que en las operaciones más importantes desde el fin de la Guerra Fría hemos estado codo con codo con los norteamericanos, desde Iraq en 1991 a Bosnia en aquella década, desde Afganistán en 2001 hasta Libia el año pasado.


Finalmente, gran parte del público olvida asimismo que Estados Unidos no es solo una potencia política y militar, sino que es sobre todo una potencia cultural, científica y tecnológica. Muchos críticos se despachan recordando antiguas intervenciones militares en el contexto de la Guerra Fría por la mañana, antes de utilizar a medio día en sus tareas cotidianas software, internet y satélites inventados gracias al impulso creativo de Estados Unidos, y por la tarde confesarse apasionados de la música o el cine norteamericanos.


A pesar de ser excelentes en los planos político, económico y de inversiones, las relaciones bilaterales entre España y Estados Unidos siguen lamentablemente tintadas por viejos prejuicios, por lo menos para muchos españoles de a pie, aunque también en el Gobierno de Zapatero se observaron actitudes de ese tipo. Por este motivo, sería importante intentar cambiar las actitudes a través de un ejercicio de pedagogía. En esta línea, hace meses propuse la creación de una Casa de Estados Unidos en España, pero muchas otras ideas fáciles de realizar y no necesariamente costosas, también pueden explorarse. Sería importante potenciar el conocimiento en España de ese gran país para mantener unas relaciones transatlánticas más relajadas, y aprovechar el gran potencial que existe de cara al futuro.

1 comentario:

  1. Martin,
    Tu idea de canalizar la cooperación USA-España en la casa de EEUU me parece muy acertada.Nos veremos el dia 6 en la presentación.Espero que tu propuesta tenga una gran acogida.Pablo

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